La
ciudad no conoce a su fundador pero creció gracias a su ubicación dentro del
Camino Real que unía a Buenos Aires con Asunción del Paraguay. Y se convirtió
en una de las ciudades más pujantes de Argentina.
Una
visita al centro de la ciudad es recorrer edificios de estilo art nouveaux y
eclecticismo. Se destacan edificios como Bola de Nieve, el Jockey Club
(neobarroco italiano) y el Club Español. Por el Teatro El Círculo, que tiene
una sala en herradura con palcos y balcones y de arquitectura monumentalista,
pasaron figuras como Enrico Caruso e Igor Stravinsky.
Edificio Bola de Nieve |
Dos
antiguas tiendas: Gath y Chaves y La Favorita. Emblemas de los sitios de compra
del siglo XX. Gath y Chaves se destacó por su Tea Room en la terraza, donde se
reunía la alta sociedad, mientras que La Favorita, lo hizo por su hall central
y la claraboya de vitrales al mejor estilo parisino.
El
paseo sería incompleto si no se visita el Parque Nacional de la Bandera, donde
se ubica el Monumento a la Bandera, símbolo del acto de creación de la bandera
nacional. Construido en 1940 por los arquitectos Guido y Bustillo y los
escultores Fioravanti, Bigatti y Barnes, es una estructura realizada en mármol
travertino y consta de tres partes: la Torre Central, el Propileo y Galería de
Honor de las Banderas de América y la
Escalinata Cívica Monumental.
Monumento a la Bandera |
El
Parque Independencia es el pulmón de la ciudad y lugar que reúne tres museos,
dos instituciones deportivas, el hipódromo, el Jardín Francés, el Rosedal y la
gran Fuente Ornamental de Aguas Danzantes.
No se
puede dejar de mencionar el Casino City Center de Rosario. En sus salas de
juego con tragamonedas y mesas de juegos como el póker, también se puede
disfrutar de una buena gastronomía y shows de espectáculos.
Rosario
cuenta con gran variedad de alojamientos, desde hostels/bed and breakfast hasta
hoteles 5 estrellas; desde arquitecturas modernas hasta las más antiguas.
Una ciudad que sin duda, merece un viaje de fin de semana.
Lago del Parque Independencia |